Las motos trail, tal y como las entendemos ahora, nacieron en los años 80. En un principio eran sencillas motos de carretera que se adaptaban para utilizarse sin problemas por el campo. Antes de los años 80 se las denominaba scrambler y también motos de todo terreno o de enduro.
El concepto del trail nace asociado a la tendencia de los motoristas franceses de participar en carreras de aventura por el desierto, de las que el rally Dakar es la máxima expresión.
A pesar de que el término trail fue utilizado con anterioridad, podemos considerar que la primera moto trail fue la Yamaha XT 500, un modelo que tuvo una fuerte popularidad en Francia, porque era muy sencillo, con una mecánica indestructible y perfecta para la aventura.
BMW revolucionó el segmento de las motos trail con la adaptación de su bicilíndrica de carretera para el uso en el campo. Así nació la primera moto de “doble propósito”, la BMW GS que, entre otras cosas, salvó a la división de motos de la fábrica alemana de una posible quiebra.
Con la BMW GS nació el concepto de Maxi Trail, que diferenció a las motos trail de un cilindro a las motos más grandes con dos o más cilindros. En los años 90 el trail se popularizó con modelos como la Honda Africa Twin, Yamaha Super Tenere, Suzuki DR Big o la Kawasaki KLR y Tengai, entre otras.
Luego llegarían al segmento de las trail otros fabricantes europeos como KTM, con una enorme experiencia en motos de enduro, Triumph o Ducati.
Lo mejor que tienen las motos de trail es que son sencillas de conducir gracias a una posición de conducción muy natural, con el cuerpo erguido y manillar ancho y cómodo. Lo peor es que sus suspensiones más altas hacen que no se adapten bien a personas con menos estatura.
Sobre esto último hay que destacar que las marcas de motos han sabido reaccionar ofreciendo versiones más orientadas hacia la carretera, con suspensiones recortadas o con diversos tipos de asientos que recortan la distancia entre éste y el suelo.
Hoy las motos de trail las podemos dividir en tres grandes grupos. Las más aventureras y orientadas hacia su uso fuera de carretera, que suelen tener motores entre 600 y 800 cc. Y las más grandes y orientadas hacia un uso más turístico y por asfalto que suelen tener motores de más cilindrada. También tienes motos de trail orientadas hacia los usuarios del carnet A2 que son perfectas para aprender a ir en una moto grande. Son auténticas motoescuelas.