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Conducir en moto con viento es una situación realmente complicada y que nos encontramos con frecuencia en cualquier época del año, pero especialmente en invierno. Los cambios de dirección del viento cuando circulamos en moto nos desestabilizan, hacen que la moto se mueva y que en ocasiones podamos perder la trazada. Por ello es una de las situaciones más delicadas y donde debemos de prestar más atención.

Sobre todo con el viento hay que estar muy prevenidos, sobre todo en los tres puntos que indica la DGT en este gráfico: A la salida de los túneles, cerca de edificios y construcciones y en la proximidad de vehículos como autobuses o camiones.

Situaciones de conducción con viento según la DGT

Situaciones de conducción con viento según la DGT

Seguro que has experimentado qué pasa cuando pillas el rebufo de otro vehículo

No hace falta que haga un día muy ventoso para que este elemento nos sorprenda. Habrás experimentado que cuando nos acercamos a un camión o autobús, sobre todo, y pillamos su “rebufo” la moto se acelera; hay una zona detrás de estos vehículos donde se forma un “túnel de succión aerodinámico” que desaparece cuando le adelantamos y salimos de su influencia. Al llegar a la zona de la cabina del camión vemos como se forma una turbulencia de aire que hace que nuestra moto se mueva lateralmente de forma brusca.

En situaciones normales este efecto en moto es completamente controlable, pero que debemos de tener en cuenta si circulamos con una moto de poca potencia, por ejemplo con una 125 o 250. Primero adquirimos velocidad por el rebufo, pensamos que vamos a poder adelantar fluidamente al camión o autobús, pero cuando nos colocamos a su altura vemos como toda la velocidad que habíamos adquirido se pierde de golpe, haciendo que la maniobra se haga interminable o que tengamos que frenar y volver a colocarnos detrás del vehículo (algo que es un incordio porque nos quita toda la visibilidad).

Los días con viento fuerte este efecto se puede convertir en peligroso, porque las turbulencias que se forman son mucho más grandes y pueden hacer que perdamos la trayectoria de la moto. Un día con mucho viento lateral notaremos primero el efecto del rebufo, luego la ausencia de aire cuando nos coloquemos al lado (protegidos) por el vehículo más grande, y luego un fuerte golpe cuando vuelva a impactar de lleno el aire contra el carenado de nuestra moto.

En moto tienes que controlar mucho la conducción con viento

Si en coche los cuatro puntos de apoyo y el manejo del volante hacen que la situación sea bastante controlable, en moto tenemos muchos más factores a tener en cuenta, vamos sobre dos ruedas, con un punto de apoyo mínimo (recuerda que las motos no apoyan nunca toda su goma sobre el asfalto) y son infinitamente más sensibles a los cambios de trayectoria.

El viento frontal es fácilmente controlable, sólo nos irá frenando y nos obligará a reducir una o dos marchas, dependiendo de la potencia de nuestra moto y del coeficiente aerodinámico. Si contamos con un carenado y pantalla bien realizadas (ni muy grande ni muy pequeña) veremos su eficacia. Si no contamos con protección, la postura de nuestro cuerpo es fundamental. Intenta inclinarte un poco, procura ofrecer menos resistencia al viento aplanándote un poco sobre el depósito. Mete los codos hacia dentro y haz que tus rodillas abracen el chasis con lo que lograrás también tener más controlada la moto.

Mucha atención a la postura de nuestro cuerpo y control del manillar cuando conduzcamos en moto con viento

Mucha atención a la postura de nuestro cuerpo y control del manillar cuando conduzcamos en moto con viento

El viento lateral o peor el que ejerce una fuerza transversal sobre nuestra moto es el más difícil de controlar. Sobre todo porque suele ser cambiante y nos suele meter como si fueran empujones a nuestra moto. Ante esta situación lo mejor que se puede hacer es resistir haciendo fuerza con el manillar y todo nuestro cuerpo. No fuerces mucho la postura en tu moto porque deberás tener bien controlado el manillar (habrá que hacer fuerza con él). Reduce la velocidad y lleva siempre la moto con mucha tracción, reduce una marcha y nota cómo la moto se va anclando de atrás al suelo a base de potencia. Ten siempre a mano (más bien a pie) el freno trasero de tu moto que te ayudará a equilibrarte en momentos puntuales y a recolocar la moto si se ha salido de la trazada, dando pequeños toques al pedal como si fueses controlando la moto a baja velocidad.

Nunca te fíes de la dirección del viento, puede cambiar y sorprenderte

Nunca pierdas la calma con viento fuerte y, sobre todo, no te metas en situaciones apuradas o estrechas entre coches. Ve con muchísimo margen porque es posible que la moto se salga bastante de la trayectoria. Verás que en ocasiones te puedes literalmente apoyar en la fuerza que ejerce el viento cuando es lateral, pero nunca te confíes porque pronto cambiará algo su sentido y tendrás que volver a estabilizarte.

Mucha atención al equipaje si no llevamos un juego de maletas anclado a la moto, y mucha atención al pasajero que deberá de ir con seguridad y ayudándonos en todo momento en la conducción.

La conducción en moto con viento nos hace ir con mucha tensión, es una conducción muy física que sobre todo cargará mucho cuello y hombros. Si llevas ya muchos kilómetros acumulados con viento, te recomendamos que pares, descanses y hagas algunos ejercicios de estiramiento en cuello, hombros y antebrazos.

Y, sobre todo, si lo ves muy mal, para en una gasolinera o en una cafetería y espera a que el viento se pare.

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